sábado, 30 de abril de 2011

Tiempo.

Tiempo. Esa palabra que pasa tan rápido como lenta, tan divertida como aburrida, tan fea como bonita.
Va en relación con la vejez. Pero también con las experiencias vividas. Cuanto más tiempo pasa, más envejeces, pero mas experiencias vives, ya sean malas o buenas. Hay formas de vivir el tiempo: bien o mal.
De esto depende el lugar, espacio y persona con quien lo pases. Si estás con personas a las que quieres, que te hace reir y quieres (como los amigos, ...), lo más probable es que lo pases bien y se te pase rápido, o bien, si el tiempo lo pasas con gente que no te cae bien, con gente de la que desconfías y con la que estás a disgusto, pues el tiempo se te pasará lento y aburrido, incluso puedes llegar a sufrir.
A todos nos pasa que aveces tenemos miedo de envejecer con el paso del tiempo, sobretodo porque vamos terminando de jugar al juego de la vida, ese juego que no tenemos opción de jugar o no, ese juego que si nos equivocamos no podemos rectificar ese o esos errores. Pero no todo es malo. También tiene muchísimas cosas buenas,como esos momentos que pasas divirtiéndote como nadie, esas personas que te hacen sentir únicas e inigualables, esas actividades que hacen que tu vida no sea aburrida y pesada... Todo eso puedes o no vivirlo dependiendo de el tiempo que la vida te dé. Por eso, no hay que desaprovecharlo, aunque de eso te vas dando cuenta cuando vas creciendo y experimentando sensaciones.

Amigos.

Verdaderamente, de esas personas que llamamos amigos, hay pocas. Tendremos muchos compañeros, gente con la que podemos contar aveces, pero eso no es ser un amigo.
El significado de amigo solo se conoce realmente con personas que te parecen perfectas, que están ahí en todos los momentos de la vida que estás deprimido, que te ayudan en todo momento, que no se cansan de oirte llorar o reir...
Un amigo es aquel que te saca sin querer una sonrisa en la cara cuando lloras, que te quita las espinas aunque tenga que clavárselas después el, que daría su vida por ti.
A veces, los confundimos. Creemos que son algo que no son. Creemos que nos están ayudando y queriendo, pero después es mentira. Un verdadero amigo ni miente ni tiene secretos, porque simplemente sabe que le conoces demasiado bien y le da igual decírtelo porque sabe que no influirá en esa amistad. Eso es ser un verdadero amigo.